He vivido siempre en una ciudad pequeña, a que me refiero con pequeña, que esta lejos de la capital, que aún no tenemos un mall o un megamercado, que aún sabemos quien vive al lado, pues ha estado desde años ahi y jugamos con él, nos peleamos, nos nos hablamos y luego volvimos a hablarnos, así pasan los días en una ciudad de provincia, tiene sus cosas buenas, como por ejemplo, no pasas la mitad de tu día arriba de una micro para llegar al trabajo o a la casa, puedes ir caminando adonde quieras, almuerzas en compañia de los tuyos, duermes siesta si quieres (que rico), pero también existen cosas malas, como cuales, a ver, mal que mal, todos nos conocemos, lo que se da para realizar muchos comentarios sobre los otros, lo que en buen chileno seria "el pelambre", se da, para que lo vamos a negar, solo es cosa de ir a la peluqueria, a la carniceria (si también ahi), o juntarse en la plaza para ver un matrimonio, para enterarse de los mejores y últimos detalles de la existencia de los seres que nos rodean.

Típicas frases escuchada en un día sabado, mientras se realiza un matrimonio en mi ciudad y se ha juntado gente a verlo en la plaza "taba bueno que se casara ya", "... y se casa de blanco...", "pero si son de ahí no mas la familia del novio...", "agarro buen partido la niña....", y así suma y sigue, cuando se es oyente, es entretenido, para que lo voy a negar, enterarse de esas cosillas, pero no me gustaria estar en el otro lado, aunque pensandolo bien, mi vida es tan tranquila, que no hay mucho que sacar, solo tal vez eso, que no salgo mucho, que no pololeo, que no se me ha conocido pareja en los últimos tiempos, que parece que me va a dejar el tren, uf.....

Todos tenemos tela que cortar, pero así y todo prefiero vivir en provincia, no dejaria mi tierra, me gusta demasiado caminar en las tardes de otoño cuando las hojas empiezan a caer, observar las estrellas en la noche en este cielo tan limpio, saludar en la calle a personas que me han visto crecer, si estoy segura, no cambiare a mi pueblo por una gran ciudad.